Se conmueve el corazón al conocer música nueva… nueva para mis oídos, que no para los tiempos en que fueron creadas las obras y el personaje del que escribo hoy.
¿Cuánto conoce una sociedad sobre sus propias artes y culturas?
Para el caso de la historia de la música occidental, tienen un peso abrumador y riguroso, íconos clásicos como Bach, Mozart, Beethoven y muchos etcéteras y más etcéteras.
Supongo que fuera de las «europas», es probable que poco se conozca sobre los compositores propios de una nación.
En México es sorprendente como en años recientes, debido a las tecnologías de la información y la comunicación, las obras y compositores mexicanos que solo se conocían a través de los profesores de música y de manera relativamente aislada y reducida, va saliendo a la luz y cada vez más músicos se comprometen con la reproducción de los mismos.
Hace relativamente poco tiempo, descubrí un disco compacto con música para el piano de compositores mexicanos que yo desconocía, sorpresivamente, grabada por un pianista extranjero, del cual comparto algunas notas de uno de ellos:
Julio Ituarte
Desde México
Este compositor que nació el 15 de mayo de 1845 en la Ciudad de México, escribió zarzuelas, música religiosa, canciones para voz y piano, obras para coro, arreglos de melodías populares y transcripciones para piano de operas de los compositores del momento.
«Secretos del alma»
Ricardo Delgado Herbert, barítono – Daniel Madero, acordeón
Tuvo muy buena educación desde su infancia. En la música, inicia en primera instancia sus estudios de piano de forma privada con los maestros José María Oviedo y Agustín Balderas, que también fue maestro de la famosa cantante Ángela Peralta.
Más tarde, continuó su aprendizaje de piano en la Academia del profesor Tomás León y armonía y contrapunto con Melesio Morales.
De aquí es que Julio se convirtió en un brillante virtuoso, maestro y compositor, además de obtener una magnífica lectura a primera vista, lo que posteriormente le valió para ser pianista «repasador» de compañías de opera italiana entre 1860 y 1870.
Buscando perfeccionar aún más su técnica pianística, recibió clases del pianista español Gonzálo Núñez.
Como el virtuoso que era, tuvo su debut en el Gran Teatro Nacional a los catorce años, para realizar giras por Veracruz, La Habana, Cuba y por el resto de México después.
En una crónica de 1875, se describe a Julio Ituarte como sigue:
«El afán de brillar en la ejecución, apaga por lo común en los pianistas el germen suave del puro sentimiento tanto más bello que una inútil y común agilidad.
Ituarte ha alcanzado ésta sin que aquél se haya extinguido; hay en su manera de ejecutar una seguridad, una delicadeza, un buen gusto, una ternura que rara vez logran vivir vida común en muy aventajados ingenios musicales.»
– Revista Universal
La historia menciona que en 1887, Julio observó que el director de la Orquesta de Ángela Peralta, dirigió Aida de Verdi, sin partitura. Fue entonces que Julio determinó que él también lo haría.
Y a partir de ese momento, todos sus conciertos los realizaría de esa forma, de tal suerte que se convirtió en el primer pianista mexicano de conciertos con ejecución de memoria.
Al regreso de sus giras, se integró como maestro de piano en el Conservatorio de la Sociedad Filarmónica Mexicana entre los años de 1868 a 1885 y de 1897 a 1905.
Obtuvo el cargo de Director del Coro de la Compañía de Opera de Ángela Peralta entre los años de 1879 y 1880.
De entre sus éxitos más logrados están la opera «El último pensamiento de Weber» que se estrenaría el 22 de mayo de 1869 y la zarzuela «Sustos y gustos» de 1887.
Igualmente compuso la zarzuela «Gato por liebre» y una extensa obra para piano, entre las que se encuentran: Balada, La Aurora, Pensamientos musicales, La ausencia y «El bouquet de flores» (colección de 100 danzas) entre muchas más.
«La ausencia»- Cyprien Katsaris, piano
Destaca el estudio de concierto para piano «Ecos de México«, compuesto entre 1880 y 1885, ampliamente reconocida en Europa.
En esta obra utiliza motivos y melodías populares y tradicionales en una retórica del romanticismo. Es considerada por Betty Zanolli Fabila en su escrito «Julio Ituarte: ecos de un notable músico mexicano«, como la obra precursora del nacionalismo mexicano.
«Ecos de México» – Silvia Navarrete, piano)
En sus canciones usa la habanera y el vals.
De igual manera, experimentó un genero en que se involucran la poesía hablada y la música llamado «melopeya». («Una incursión en las canciones de Julio Ituarte«, Emilio Casco Centeno en Heterofonía: revista de investigación musical. No. 126)
La canción «No puede decirse...» es un ejemplo de ello. Lastimosamente no existe grabación en video en YT para mostrarla.
Dejo el siguiente enlace hacia un catálogo que incluye grabaciones de su obra.
El maestro muere el 15 de septiembre de 1905 en la Ciudad de México, no sin antes haber sido maestro de otro gran compositor y pianista venidero, Ricardo Castro de quien hablaremos en otra ocasión.
«El artista muere» – Dulce Edith Sandoval Luna, piano
Y es así que llego a término con la poca información y las escasas grabaciones en YouTube de que dispongo de momento, al respecto de este nuestro compositor Julio Ituarte.
Desfruten su música, que vale la pena escucharla.
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Victor Villegas
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Me encantó saber que la escasa información qué hay sobre Julio Ituarte este por fin al alcance de la mano de cualquier persona interesada en la música.
Gracias por su articulo y por la posibilidad de escuchar algunas de sus obras.
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Muy a la orden señorita Cristina.
Y sí, es lamentable que haya poca información sobre nuestros compositores, pero afortunadamente, poco a poco va saliendo a la luz.
Existen verdaderas joyas listas para ser encontradas.
¿Es usted familiar del maestro? Llamó mi atención su apellido.
Seguimos pues, en el camino. Agradezco mucho sus comentarios y más aún, que sea de su agrado. Me impulsa a seguir adelante.
Saludos.
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