Las MUJERES en la HISTORIA DE LA MUSICA

¿Por qué es importante hablar del papel de la mujer en la historia de la música?

A lo largo de la historia de la humanidad, el género, ha sido crucial para determinar los roles que las mujeres han elegido, o bien, por los que le han permitido adoptar.

Entender las expectativas que se tienen de las mujeres, es esencial para comprender su participación dentro de una determinada sociedad.

Porque si bien, no siempre gozaban de reconocimiento, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la música en todos sus ámbitos, llámese composición, interpretación, instrucción o incluso como impulsoras.

LA MUJER EN LA HISTORIA DE LA MÚSICA

SUS RETOS Y DESAFÍOS

Hoy abordaremos la importancia de la mujer en el desarrollo artístico y musical como hilo conductor de la cultura; sobre algunas de las mujeres más destacadas y de cómo con talento y esfuerzo, han contribuido a crear un mundo más próspero y diverso en el ámbito musical.

¿Preparados para descubrir el papel y la importancia de la mujer en la historia de la música?

Acompáñenme… bienvenidos

Partamos de que en la mayoría de las sociedades europeas hasta antes de terminar el siglo XIX, no tan fácilmente se permitía a las mujeres participar de la vida pública y ni qué decir sobre las actividades artísticas y musicales.

Ello se debía a dos muy longevas situaciones:

  • Una, relacionada a la ideología religiosa y la otra,
  • influida por prejuicios sociales, por llamarle de alguna forma, y esto, es necesario precisarlo en términos generales.

Aunque todos sabemos que la historia no suele ser tan simple.

LO RELIGIOSO

En referencia al punto de lo religioso, en la iglesia temprana, hombres y mujeres cantaban juntos la liturgia, pero al final del siglo cuarto, fueron excluidas de la vida pública de la iglesia, según San Pablo en su primera carta a los Corintios, dañando así, su acceso a la educación e interpretación en el universo musical europeo occidental.

Las mujeres cállense en las asambleas; que no les está permitido tomar la palabra. Antes bien, estén sumisas como también la ley lo dice.

1 Corintios 14:34

No obstante, existieron mujeres conectadas con la iglesia y que estaban involucradas en la música.

Kassia, inventiva e ingeniosa, es una de las primeras compositoras de quien se conservan transcripciones de su obra.

Compuso cantos bizantinos, base del futuro canto gregoriano, desde el interior de un convento, tal y como hicieran más mujeres en la edad media y el renacimiento.

Gracias a estas comunidades femeninas que surgieron casi a la par de los primeros monasterios, es que tuvieron la oportunidad de obtener alguna educación.

Sus creaciones musicales, que eran esenciales en la vida conventual, permanecían en el anonimato y básicamente quedaban desaparecidas.

Sin embargo, sobrevivieron “El Jardín de los Deleites”, un manuscrito ilustrado medieval compilado por Herrad von Landsberg y que es una de las primeras fuentes del origen de polifonía en un convento; 

El “Himnario de Kloster vinhausen”, “El Códice de las Huelgas” en España, o “El Himnario de la Abadía de Barking”.

La monja medieval más conocida fue sin duda, la abadesa Benedictina, Hildegard von Bingen que, sin restricciones educativas masculinas, creó impactantes y poderosas obras musicales.

Ya en el renacimiento, diversos conventos italianos adquirieron renombre como el de San Vito en Ferrara con Rafaella Aleotti.

Tras el Concilio de Trento en el siglo XVI, limitaron aún más severamente el quehacer musical de las monjas, pero se seguía produciendo música sobresaliente como la creada por Isabella Leonarda de quien se conservan las primeras piezas instrumentales publicadas por una mujer.

COSTUMBRES SOCIALES

Llegamos entonces al segundo punto con LAS COSTUMBRES SOCIALES

Ya desde la antigua Grecia, las mujeres que ejercían la música de manera profesional, por así decirlo, eran las esclavas y las meretrices que eran conocidas como «Hetairas«.

La conexión que esta actividad musical tenía con la profesión de cortesana y que se mantenía viva aún en el renacimiento, tuvo implicaciones de tan largo alcance en la respetabilidad de las mujeres músicos, que tuvo repercusiones a través de los siglos.

He aquí la posible explicación al respecto.

Fuera de los conventos, las aristócratas medievales cómo Beatríz, la Condesa de Día, conocida como Fromesch, y Marie du France, trabajaron dentro de la tradición cortesana de los Trovadores, Troveros y Minnesingers, tema para otra ocasión.

En cambio, las mujeres de clase baja, fungieron como ministriles, es decir, músicos o juglares complementarios de los trovadores, que se extendieron por toda Europa.

En el Renacimiento aparecen nombres como: Maddalena Casulana, la primera mujer que vio su música impresa y publicada y Anna Bolena, que además de componer, poseía una gran destreza en diferentes instrumentos.

Además, aparecen en esta etapa, las primeras cantantes profesionales.

El periodo Barroco trajo consigo la Contrarreforma que, dificultó todavía más el desarrollo de la carrera musical de las mujeres.

De hecho, durante el barroco temprano, las mujeres aún eran excluidas de la vida musical de la iglesia y limitadas en el ámbito social.

Las cantantes tenían que competir con los castrati.

No obstante, aparecen Francesca Caccini, la primera mujer compositora de ópera, Barbara Strozzi, compositora que tuvo la fortuna de realizar su trabajo como intérprete fuera de la corte y, Elisabeth Jacquet de la Guerre, la más reconocida de este periodo.

Durante la ilustración en el Periodo Clásico, la composición era escrita para un público que escuchaba música por puro placer.

La mujer debía tener un comportamiento pasivo, ajustada a los ideales de belleza y a la emoción instintiva imperantes.

En occidente, se esperaba de ellas que compusieran música conectada a géneros e instrumentos con los que eran asociadas y que reflejaran los estereotipos de femineidad: gentileza, sencillez, escasa exigencia emocional y sin complejidades intelectuales.

En una cultura que relacionaba la creatividad masculina con la mente, la creatividad femenina, inevitablemente se conectaba con el canto y las formas musicales expresivas, asociadas al cuerpo.

Es así que se veían afectadas. Desde los instrumentos y los géneros que se consideraban apropiados para la mujer, hasta los espacios aceptables para sus presentaciones.

La ejecución pública estaba prohibida para las mujeres, al punto de que la talentosa cantante Anne Ford, fue arrestada por pedido de su padre, pues ella, peleaba para poder actuar en público.

Aquí surgieron figuras como Franchesca Lebrun, Maddalena Lombardini Sirmen (alumna de Vivaldi), Nannerl Mozart (hermana de Wolfgang Amadeus), o Helene de Montgeroult (pionera de la escuela pianística francesa), que además fue una de las primeras docentes del Conservatorio de París.

Los conservatorios de toda Europa, ya adentrándonos en el corazón del romanticismo, abrían sus puertas a las mujeres, aunque las universidades no cederían hasta después de 1921, cuando ellas obtuvieron grados en música en la Oxford University.

Aunque eso sí, solo podían recibir educación, aquellas pertenecientes a las altas clases sociales.

Se sabe que la mujer era vinculada con el canto, los teclados, la guitarra, el arpa y el laúd, ya que estos no distorsionaban su cuerpo.

Nocturnos y sonatas fueron creadas por aficionadas para uso doméstico.

Después de todo, la mayoría adquiría habilidades musicales, solo para impulsarse como atrayentes prospectos matrimoniales.

Algunas, sin embargo, desarrollaron carreras profesionales como son el caso de Clara Wieck (esposa de Robert Schumann).

También adquirieron renombre figuras como Fanny Mendelssohn (hermana de Félix), quien reconocía que ella era mejor intérprete y compositora, Augusta Holmès, que publicó todas sus obras bajo un pseudónimo masculino, Cecile Chaminade, Teresa Carreño y Ethel Smith, que compuso sinfonías y corales, aunque el género en el que destacaba era la ópera.

En el camino del siglo XX, tiempos dominados por nacionalismos, revoluciones y guerras mundiales, los hombres tuvieron que ausentarse de la vida cotidiana para ocuparse en los campos de batallas, mientras que en casa, las mujeres los remplazaban en sus trabajos ordinarios.

Es entonces que adquirieron voz en asuntos de economía, política, lo social y tuvieron acceso a educación profesional. Ahora frecuentaban con menor restricción, los espacios artísticos y clubes sociales.

Creció el número de compositoras que abordaron más géneros y estilos musicales, además de ejecutar otros instrumentos como el violín y todos los instrumentos de alientos a los que antes se les prohibía.

Es entonces que ahora, ya formaban bandas y orquestas femeninas.

Todavía seguía su lucha hasta que en 1997, la filarmónica de Viena, último bastión de orquestas masculinas, aceptó bajo presión, a su arpista, la primera mujer entre sus filas.

Es en estos tiempos se encuentran Alma Mahler, compositora que interrumpió su carrera por exigencia de su esposo, el compositor Gustav Mahler; Nadia Boulanger que era una excepcional pedagoga y pionera en la dirección orquestal, Elisabeth Lutyens, especializada en música dodecafónica y muchas más compositoras.

Afortunadamente, ya en la actualidad, se abren paso un verdadero sinfín de compositoras, pedagogas y ejecutantes que, como ejemplos, tenemos a Tania León, Teresa Catalán, Unsuk Chin, Gabriela Ortiz, Roxanna Pánufnik, Kaija Saariaho, etc., etc., etc.

LAS MECENAS Y DIVULGADORAS

Pero no solo han existido compositoras, ejecutantes o educadoras.

A lo largo de toda la historia, han sido responsables por la divulgación, la cohesión y el sustento de la música, así como de la actividad artística en general, pues tomaron posición de mecenas,

Entre ellas encontramos ejemplos como Lucrecia Turnabuoni de Médici, Isabella d’este, responsable del desarrollo de la frottola (una canción popular profana predecesora del madrigal), Anna Amalia, que promovió la música antigua en Berlín, Marianne von Martínes, fundadora de salones en Viena, Nadezhda von Meck, mecenas de Tchaikovsky, Winnaretta Singer, princesa Edmond de Polignac, que promovió el trabajo de Fauré, Poulenc y Stravinsky

Luego entonces

¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LAS MUJERES EN LA HISTORIA DE LA MÚSICA?

La importancia de las mujeres en la Historia de la Música es: su contribución esencial en la evolución de la música.

Aunque hubiese hasta el hartazgo, ejemplos de compositoras, educadoras y ejecutantes con grandes logros, la creencia de que las mujeres no podían crear música con valor perdurable y que solamente la podían “recrear” a través de la ejecución, se generalizó por siglos, aunque por fortuna, la situación ya ha cambiado en nuestros días.

Podemos decir en un afán de no repetir estérilmente la historia que, en términos prácticos, no importa el género de las personas, sino el talento, el mensaje y la capacidad creadora.

A lo largo de los siglos, las mujeres desafían las convenciones sociales y han superado importantes obstáculos para conquistar la posibilidad de una mayor igualdad, tanto profesional como sociocultural.

  • Sus composiciones han resonado en los corazones de millones de personas.
  • Sus interpretaciones han dejado audiencias enteras en el asombro y la admiración.
  • Han dado cobijo y soporte en el desarrollo de grandes creadores, y
  • Han formado a generaciones de músicos, transmitiendo su conocimiento y su amor por la música.
  • Demostrando su destreza y genialidad, las mujeres desvelan deslumbrantes historias que construyeron significativas tradiciones musicales.

En todo caso, eso sí, la mujer siempre… es fuente de inspiración.

Gracias por acompañarme. Si ha sido de tu agrado el presente, márcalo con un me gusta, suscríbete a este blog y al canal de YouTube @tiempodemusicayuniverso

TIEMPO DE MÚSICA Y UNIVERSO se despide… Hasta la próxima.

Victor Villegas
@VicManVillegas

–    –    –    –    –    –    –

#VicManMusic #TiempoDeMusicayUniverso

#verdi #compositorasdelahistoria #compositorasdemusicaclasica #mecenasdelamusica #mujerescompositoras #importanciaydesafiodelamujer

Deja un comentario